Chade-Meng Tan, un antiguo ingeniero, se unió a Google como el empleado número 107. Aunque tuvo un rol crítico en la construcción de la función de búsquedas móviles de Google, entre otros logros tecnológicos, es mejor conocido por las clases de mindfulness que dictó más adelante a los empleados. Su rol le confirió el título de Jolly Good Fellow (Which Nobody Can Deny), o lo que es lo mismo, que es un buen amigo, y nadie lo puede negar, con el cual se volcó en un instituto de mindfulness enfocado para ejecutivos.
En su último libro, Joy on Demand (alegría bajo demanda), el veterano de Google describe su camino desde alguien que estaba constantemente miserable hacia un chico mucho más feliz. ¿Cómo llegó ahí? En algún momento a mediados de sus veinte y tantos años, descubrió que no estaba condenado a odiarse; que el temperamento, según descubrió, es maleable.
Transformar exitosamente tu mindset, o mentalidad, según argumenta, tiene menos que ver con las horas que pases en terapia y más que ver con ejercicios mentales, incluyendo uno que te ayuda a reconocer lo que él llama "lonjas de alegría".
"Ahora mismo, tengo un poco de sed, así que beberé un poco de agua. Y cuando lo haga, sentiré una lonja de alegría en ese tiempo y espacio," contó a CBS News. "No es como '¡Ay!'" comenta en su libro. "Es más bien como, 'Ah, eso es agradable.'"
Por lo general, ni siquiera notamos esos eventos: un bocado de comida, la sensación de entrar desde una habitación donde tenemos calor a una con aire acondicionado, el momento de conexión cuando recibimos un mensaje de texto de un viejo amigo. Aunque duren dos a tres segundos, esos momentos se acumulan, y mientras más alegrías notes, más experimentarás la alegría, arguye Tan. "Las lonjas de alegría ocurren en todos los aspectos de la vida... una vez que empiezas a notarlos, algo pasa, te das cuenta de que siempre está allí. La alegría se convierte en algo con lo que puedes contar." Eso es porque estás familiarizando tu mente con la alegría, explica.
Tan basa esta idea en las investigaciones acerca de cómo formamos hábitos. Los comportamientos habituales son controlados por la región de ganglios basales del cerebro, que también juega un papel en el desarrollo de los recuerdos y emociones. Mientras mejores nos volvemos en una determinada actividad, más fácil se vuelve repetir ese comportamiento sin mucho esfuerzo cognitivo.
El ejercicio de la lonja de Tan, consta de un gatillo, una rutina y una recompensa -son los tres componentes necesarios para construir un hábito. El gatillo, dice, es el momento agradable, la rutina es el tomar conciencia de ese momento, y la recompensa es la alegría que sentimos.
El ejercicio prepara adecuadamente el cerebro para poder entrar fácilmente en prácticas formales de meditación. "Darse cuenta suena trivial, pero en sí, es una práctica meditativa importante, " escribe Tan, agregando que "darse cuenta es un prerequisito para poder ver. Si no nos damos cuenta de algo, no podemos verlo."
Existe más evidencia científica que corrobora la teoría de Tan. Un pequeño estudio realizado por psicólogos de la Universidad de Loyola en el journal Aging, por ejemplo, demostró que entre adultos mayores de 55 años de edad, aquellos que reportaron tener una mejor habilidad para saborear la vida tenían mayor probabilidad de reportar una mayor satisfacción vital, independientemente de su estado de salud. Para aquellos menos capaces de disfrutar de los pequeños momentos, un estado pobre de salud hacía parecer la vida entera más negativa.
Parece que a la gente se le da mejor eso de saborear los momentos con el pasar de los años. un pequeño estudio realizado en 2014 por profesores de marketing del Darmouth College, publicado en el Journal of Consumer Research, encontró que la gente mayor tenía mayor probabilidad de definir quienes son nombrando una serie de momentos positivos cotidianos. Mientras que los adolescentes y personas en torno a los veinte años citaban eventos extraordinarios, tales como su graduación, su primer automóvil, como definición de sí mismos. "Los momentos ordinarios que conforman la vida cotidiana tienden a ser pasados por alto cuando el futuro parece ilimitado," escriben los autores. "Sin embargo, estas experiencias ordinarias contribuyen de forma creciente a la felicidad a medida que las personas se dan cuenta de que en realidad, sus días están contados."
⭐ Texto de Lila McLellan traducido por Louma Sader. ⭐
Aunque no conocía el término "lonjas de alegría", el concepto se parece mucho a la idea central detrás de Happy Agenda, y al por qué de su nombre: Happy. Y es que creé una serie de herramientas diseñadas para ayudarnos a practicar la gratitud diaria:
Cuando ejercitas el músculo de la gratitud, empiezas a darte cuenta, a concientizarte de que estás rodeada de bendiciones, de pequeñas alegrías cotidianas, de que en realidad, aunque hayas tenido una semana difícil, tienes mucho que agradecer, tienes muchas cosas que te alegran la existencia.
También diseñé una sección donde puedes anotar todas aquellas pequeñas cosas que te levantan el ánimo, que te pescan cuando tienes un mal día, que te ayudan a reconectar con la felicidad: pequeñas cosas como:
- Caminar por la playa.
- Mirar una puesta de sol.
- Darte una ducha tibia.
- Hacerte un masaje con aceites esenciales.
- Pintarte las uñas.
- Coleccionar piedras.
- Cuidar plantas, etc.
Cada mes verás, además, un breve cuestionario que te ayudará a adoptar y mantener fácilmente nuevos hábitos positivos. Así que si por ejemplo, te das cuenta de que luego de hacer ejercicio, tienes un buen día, te sientes con más energía, tu cuerpo es más ágil y tienes menos dolor corporal que en días en los que eres más bien sedentaria, pero aún no logras hacerlo con regularidad, quizás quieras trabajar el hábito de correr una hora por la playa cada día, o de ir al gimnasio, o de hacer yoga con amigas cada martes. Pues cada día encontrarás en la agenda un pequeño círculo para dibujar en él una carita que exprese cómo te ha ido con ese hábito ese día: una carita feliz si te ha ido bien, una carita triste si no te ha ido tan bien, y así sucesivamente hasta que el hábito se torne automático y ya no requiera ningún esfuerzo de tu parte.
Así que ahí lo tienes, un ejercicio fácil y efectivo que te ayudará a encontrar la felicidad día a día, y una herramienta divertida y amada por miles de usuarias para lograrlo fácilmente.